Por Zoraida Álvarez Carvajal.
Artèpolis es un proyecto de divulgación cultural sobre el la historia del arte y el patrimonio de Sevilla y Andalucía. Es un recorrido a través de sus historias para ponerlas en valor, enriquecer nuestra visión del pasado y así, comprender mejor nuestro presente.
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Esta iba a ser una entrada dedicada a algunos paisajes del pintor Emilio Sánchez Perrier, que falleció tal día como hoy, un 13 de septiembre de 1907. Pero al comenzar a descargar imágenes, me encontré con algunas en la que aparecen lavanderas y me hizo cambiar el tema de este artículo.
Es imposible que un paisaje del pintor Emilio Sánchez Perrier pase desapercibido, en cualquier visita a museo que exponga alguna obra suya. Por algo está considerado como uno de los mejores pintores españoles paisajistas del siglo XIX.
Su formación y trayectoria son realmente interesantes, pero quisiera que nos detuviéramos tan solo en contemplar a esas personas que frecuentan este tipo de escenas en las que Perrier trabaja: las lavanderas. Las mujeres aparecen lavando en nuestras riberas andaluzas, ya desde las vistas de ciudades, como por ejemplo las del Civitates Orbis Terrarum.
Las mujeres acudían a lavar a las fuentes, a los lavaderos públicos y a los lavaderos naturales de los márgenes de los ríos. Aquellos plenairistas del siglo XIX que salían a menudo a pintar a las riberas, se debían encontrar frecuentemente con lavanderas y así las plasmaron en numerosas ocasiones. En el género de la pintura de paisaje no se las incluye con intención documentalista, ni como crítica social, ni tiene carácter antropológico; simplemente, por lo pintoresco de las escenas de usos y costumbres populares, de las formas de vida alejadas de la industrialización.
Aunque en este tipo de pintura el protagonista sea el paisaje y ellas aparezcan como algo simplemente anecdótico, las lavanderas son parte activa del paisaje, por lo que se imponen a la imaginación del pintor y así, su memoria ha quedado reflejada en él a través del arte. Las orillitas de los ríos, las fuentes y los lavaderos públicos siempre han sido espacios sociales femeninos, patrimonio inmueble o patrimonio cultural inmaterial, y como tal deben ser conservados y protegidos.
Los paisajes no suelen atraerme mucho, pero este de las lavanderas y tú descripción, me han encantado!
¡Muchísimas gracias! Las obras de arte están llenas de detalles interesantísimos.