Por Zoraida Álvarez Carvajal.
Artèpolis es un proyecto personal que nace para pensar y divulgar sobre el patrimonio de Sevilla y Andalucía. Es un recorrido a través de sus historias para ponerlas en valor, enriquecer nuestra visión del pasado y así, comprender mejor nuestro presente.
Suscribiros al boletín y contactad si queréis hacer una visita guiada para conocer la Historia del Arte de Sevilla y Andalucía.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla cuenta con las siguientes obras firmadas por mujeres artistas, que son:
- dos lienzos de Margarita Caffi;
- dos lienzos de Magdalena Leroux;
- tres esculturas de Carmen Jiménez: Mujeres en círculo, San Juanito dormido y Niños saltando a piola;
- dos piezas de orfebrería de Carmen Suárez Guerra (premiadas en París);
- dos piezas de Luisa Roldán: la cabeza de un san Juan Bautista niño y La Virgen de la Leche.
Sobre las razones de la escasez de obras firmadas por mujeres hablaré en otra ocasión. Hoy quiero escribir acerca de Margherita Caffi, (Margarita Caffi en España), una de las pintoras italianas de flores más afamadas del siglo XVII.
Aunque no sea una obra muy conocida por los sevillanos, es bastante especial el hecho de que el Museo de Bellas Artes de esta ciudad exponga una de las dos obras que posee de esta reputada pintora barroca italiana, especializada en bodegones de flores.
Bodegones de flores.
El bodegón de flores es un tipo de bodegón que representa floreros y guirnaldas. A pesar de haber sido durante mucho tiempo considerado por los teóricos del arte de la pintura como un género menor, gozó de gran popularidad en los siglos XVII y XVIII. La flora del Renacimiento estaba cargada de un fuerte simbolismo y comenzó a promoverse un arte puramente ornamental. Así, los principales artistas del XVII comenzaron a apartarse de la perspectiva tradicional de la representación floral, llegando a inventarse especies botánicas al antojo de la imaginación.
La pintora Margarita Caffi.
La producción a gran escala de Margarita Caffi fue muy apreciada por la Gran Duquesa Vittoria della Rovere, enamorada de los suntuosos ramos de flores y la forma en que reflejaban la grandeza de la vida aristocrática. ¿Qué mejor manera tenía la Gran Duquesa para celebrar Florencia -la ciudad de las flores-, que llenando los palacios y villas de los Medici con una enorme cantidad de exuberantes cogollos?
Caffi utilizó grandes lienzos donde las flores encontraban su espacio para extender con libertad sus ramas trepadoras. Le gustaba representar coronas retorcidas, ramos de diferentes tamaños que crecen más allá del marco y flores sueltas que aportan dinamismo y toda la composición tiene un aparente desorden. Ya fueran rosas, claveles, jazmines, tulipanes, dalias, tuberosas, achicoria, ásteres, jacintos, amapolas o anémonas, los cogollos brotaban de fondos oscuros como si brotaran del mismo lienzo sus raíces. En la gama cromática predominan el blanco, el azul y el carmín.
Su biografía está incompleta, como si de piezas de un mosaico se tratara. Nació el 26 de marzo de 1648 en Milán, donde fue bautizada tres días más tarde en la parroquia de San Pedro y falleció en la misma ciudad el 20 de septiembre de 1710. Margherita Volò era su nombre de nacimiento; hija primogénita de Vicenzo Volò, un pintor de naturalezas muertas conocido como “Vicenzino de’fiori”. Margherita firmó algunas obras como vicencina, lo que hizo pensar durante mucho tiempo que era natural de Vicenza. Dos hermanas menores, Francesca y Giovanna, nacidas en 1650 y 1652 respectivamente, también fueron pintoras de flores. Por ejemplo, en el inventario de bienes del 1682 del marqués del Carpio (Gaspar de Haro y Guzmán) se citaban dos cuadros de Giovanna.
Se casó con el pintor cremonés Ludovico Caffi el 15 de octubre de 1667 en Milán y unos días después se instaló con su marido en Cremona. En la primavera de 1670 escapó con su familia a Piacenza, huyendo del asesinato de un zapatero en el que se habían visto involucrados su marido y su cuñado. En Piacenza, la familia Caffi tenía excelentes relaciones y estaba emparentada con la nobleza local. Aunque su biografía se interrumpe hasta 1677 por falta de documentación, cabe la posibilidad de que hubiese residido en Bolonia.
En los ’80 se trasladó a Florencia donde trabajó durante doce años y pasó los últimos años de su vida en Milán, al frente de la escuela local especializada en pintura de bodegones. Allí, sus evocadoras imágenes obtuvieron un éxito considerable y es recordada como una de las principales pintoras florales lombardas de su tiempo.
Fue en Lombardía y Véneto donde desarrolló la mayor parte de su actividad. Además de contar con la protección de los Medici como os conté al principio, trabajó para los archiduques del Tirol, la corte española y los archiduques Maximiliano y Leopoldo. Los inventarios de la corte española hablan de la alta estima que se tenía a la pintora e influyó en pintores como Bartolomé Pérez de la Dehesa. En España sus obras se conservan en el Museo del Prado, el Museo Cerralbo, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Santamarca.
Los dos lienzos de la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla fueron una donación que realizó María Luisa Cortés Soto, viuda de Sánchez Ramos, en 1980. Son muy similares y ambos están firmados: “Marga ta” y “Marga Ta Caf”. Podemos disfrutar de uno de ellos en la sala IX, la del Barroco Europeo.
Obras:
Muchas gracias a Lourdes Páez, del Museo de Bellas Artes, por haber atendido a mis preguntas.
Fuentes de consulta:
- Ficha de Margherita Caffi del Museo del Prado.
- Imágenes de los cuadros de Margherita Caffi en Commons.
- Bocchi, G. (2013): «Il soggiorno bolognese di Ludovico e Margherita Caffi», Strenna piacentina, Associazione Amici dell’Arte, Piacenza, pp. 92-101.
- Fortune, J. (2017): «Un bouquet per i Medici», Invisible women. Forgotten Artists of Florence, The florentine press, pp. 101-107.
Si queréis una visita guiada del Museo de Bellas Artes de Sevilla, podéis contar conmigo como historiadora del arte y guía oficial de turismo.
Espero que os haya gustado. Podéis dejarme vuestras impresiones y dudas en comentarios. No olvidéis que tenéis mucha información sobre Historia del Arte en Sevilla y en general, en Twitter, Instagram y Facebook, así como un canal en Telegram. Seguid #sevillaenfemenino.
¡Os espero en el siguiente post!