Podcast Mulier me Fecit. Episodio 3.

Por Zoraida Álvarez Carvajal, historiadora del arte y divulgadora cultural.

El milagro de la atribución. La pintora Luisa de Morales.

Episodio 3: EL MILAGRO DE LA ATRIBUCIÓN: LA PINTORA LUISA DE MORALES.

El Museo de Bellas Artes de Sevilla celebró una exposición temporal monográfica dedicada al pintor Juan de Valdés Leal, donde exhibieron lienzos, dibujos, esculturas y documentos, no solo atribuidas a su mano, sino también a su hija Luisa de Morales. Concretamente, Luisa de Morales aparecía en las cartelas de las láminas que esta firmó y también como policromadora de la escultura del rey san Fernando. Obras realizadas por encargo de la Catedral de Sevilla para la celebración de los fastos con motivo de la beatificación de Fernando III de Castilla y León, en el año 1671.

Al descubrir en la cartela de la escultura que se atribuía la policromía a Luisa de Morales, por una parte me alegré, ya que siempre es importante que se visibilice el trabajo de las mujeres en el arte, pero por otra parte me chocó que la atribución provenga de un relato milagroso narrado por el doctor Cristóbal de Urbaneja de León Garabito en 1678, esto es, siete años después de la realización de la escultura.

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Extracto del episodio

Duración: 17’53”

Temas musicales por orden de aparición

Bibliografía

Textos del episodio

1678, agosto, 22. Sevilla. El doctor Cristóbal de Urbaneja da cuenta del milagro de la curación de Luisa de Valdés. ACS, Varios, Sección san Fernando, lib. 10.735, s. f.

«- Yo, el doctor Cristoval de Vrabanexa de León Garauito, médico aprobado y profesor público de medicina residente en la ciudad de Sevilla, certifico que doña Luisa de Baldés, yja de Juan de Baldés, maestro del arte de la pintura y escultura, y de doña Ysabel de Carrasquilla, su legítima mujer. La qual, dicha doña Luisa, adoleció de vna grabe enfermedad. La qual enfermedad, auiendo puesto y fecho todos los remedios y diligencias necesarias que permite la ciencia conbaleció aún con grabe dificultad, si bien según el orden de naturaleça.

Mas como Dios, nuestro señor, es altísimo en sus probidencias, acaeció que el padre de la sobredicha —por ser ynsicne en las artes arriba referidas—,como la santidad del Bicario de Cristo y cabeça de la Yglesia despachase bula de beatificación del bien abenturado rei Fernando (cognomento) el santo, fue preciso que nuestra santa yglesia metropolitana Cathedral de Seuilla celebrase con ygual espíritu y deboción, grandeça y autoridad las glorias del bendito rei ynbicto, propugnador de la santa fe católica. Para lo qual, abiéndose encargado el padre de la sobredicha de la disposición de altares, pinturas, estofados y obeliscos —materia toda de mucha dificultad en el arte y que pedía más tienpo que el que permitía la brebedad y la incomodidad del tienpo de calores que amenaçaba—. Gallándose el padre de la sobredicha fatigado y que le faltaba y quedaba por estofar el santo rei que había de ponerse al culto y beneración pública, en el ynterin que aquello pasaba la dicha doña Luisa bolbió a caer enferma de vna calentura con doblados y recios crecimientos, y acçidentes sobradamente peligrosos por ser de su naturaleca mortales. Mas gallándose en este conflicto acudió a inplorar el ausilio del bendito santo rei, a quien se encomendó conbiba fe. Y tornando el pincel en la ocación que le abía enpeçado el crecimiento, encendió la fe y, con ella, abibó la esperanca de las mercedes quede cierto se prometía recebir. Y fue así que súbito, y fuera del orden natural y de lo que conoçe la çiencia, quedó libre y sana, y sin lesión alguna. Y yo, el sobredicho doctor, llegando de sobre tarde a verle —como acojo desesperado lo natural— tocando el pulso conocí que semegante mutaçión era del todo milagrosa en el género, modo y cricunstançias.

Y así se continuó la santidad desde aquel tiempo hasta el presente en que bibe la sobredicha. Así lo siento desde mi estudio y casa, [a] 22 agosto de mil seicientos y setenta y ocho años.

Doctor don Cristoval Vrbanexa de León Garabito (rúbrica)».

Extracto que sobre ROLDÁN (Doña Luisa), se cita en el Diccionario Histórico de los más Ilustres Profesores de las Bellas Artes en España, escrito por Juan Agustín Ceán Bermúdez, publicado en seis tomos por la Real Academia de San Fernando en Madrid, e impreso en la imprenta de la viuda de Ibarra en el año 1800. Tomo 4, Página 235, Letra Letra R, Grupo Grupo RO,

«Habiendo fallecido la madre tomó el gobierno, de la casa del obrador del padre, distribuyendo las oras a los oficiales, y haciendo el ajuste de ellas. Es muy digno de saberse lo que sucedió con una estatua de san Fernando, algo mayor que el tamaño del natural, que Pedro Roldan había trabajado para el cabido de aquella catedral, la misma que se coloca en el altar mayor el día de la festividad del santo. Habiéndola presentado concluida a los capitulares encargados de la obra, no la quisieron recibir porque no les agradaba, y como hubiese vuelto a su casa muy cabizbajo, pues jamás le había sucedido igual desaire, la hija, que supo el motivo, mandó traer la estatua a su casa y aserrarla por las ingles, con lo que dio un poco de movimiento al cuerpo, y habiendo hecho lo mismo con la cabeza, quedó tan airosa la figura, que los canónigos la recibieron muy contentos creyendo que era otra distinta. Esto prueba el talento y viveza de esta escultora, y cuan bien entendía las reglas y la gracia, que de ellas procede, en el arte».

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